El sábado pasado bautizamos a Daniel, mi sobrino, un niño guapo, rechoncho y risueño.
Y su tía, previa a la fecha, estuvo preparando esto:
Un detalle para recordar tan feliz acontecimiento.
La idea, de mi profe
Ana Belén, a la que tengo que darle MUCHAS GRACIAS por su ayuda, sin ella no hubiera llegado a tiempo.
Son unas bolsitas adornadas con una aplicación con la cara de un osito, por delante.
Y por detrás el nombre y la fecha del bautizo.
Luego atado con un trocito de cola de ratón, tanto el bordado como la cola de ratón en rojo, pues era un color que destacaba sobre la tela de lino.
Al final en la cesta iban 54 bolsitas y todas ellas rellenas de...
... jaboncitos de glicerina.
La primera idea era meter lavanda o algo así para perfumar pero cuando nos pusimos a buscar no encontramos nada adecuado o se nos pasaba un poco de presupuesto y entonces...
Con las indicaciones de mi amiga Inés y un vistazo por internet... Ainara, mi sobrina, y yo nos pusimos como locas a experimentar...
El primer intento fue fallido, luego tuvimos ciertas dificultades para desmoldar los jabones pues los moldes no eran de silicola... pero luego cogimos ritmo y acabamos haciendo mas de 150 jaboncitos de colores con distintas formas que quedaron muy chulos.
La glicerina parecía que sudaba, los jabones soltaban una especie de grasilla y con miedo a que se mancharan las bolsitas, los envolvimos en un poco de celofán, evitando la posible mancha y además rellenaba un poco mas.
Lo dicho esta semana pasada fue, muy, muy intensa pero muy gratificante, compartir con Ainara y el resto de la familia la composición de dichos detalles ha sido una satisfacción muy grande.
Por suerte una de las muchas cestas que han regalado a Daniel nos vino genial para meter todos los detalles.
Ahora ya sabéis cuando os decía que estaba apurada... y ahora a rematar cositas para el
Mercazoco, este domingo en el Camping de Deva.
Un besote.
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